Aunque la costumbre de beber té negro con leche ha arraigado con mucha fuerza en la cultura de diferentes países del mundo, la combinación de leche y té verde, que para algunos puede parecer como mínimo excéntrica, para otros es más que habitual.

En realidad, durante su larga historia, el té verde también se ha consumido con leche, de lo que existen menciones documentadas. No obstante, hoy en día, la cultura del té ha experimentado un avance espectacular en todos los continentes del mundo, y los gustos más entrenados y refinados no dudan en ponerlo en tela de juicio.

¿Puede el té verde con leche saber delicioso? Todo, por supuesto, dependerá del gusto personal de cada uno, pero puede ser que valga la pena probarlo, aunque sea para tener una razón más de estar a favor o en contra de esta extravagante combinación.

Cuando hablamos de tomar té verde con leche, el mundo de los amantes del té se suele dividir en dos grupos: unos se muestran indignados por la mera idea de mezclar estos dos alimentos, mientras otros admiten que no solamente cabe la posibilidad de añadirle leche, sino que además mejora considerablemente su sabor.

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Antes de adentrarnos en el análisis de los pros y contras del debate, hay que tener en cuenta, en primer lugar, la calidad del té verde que estamos consumiendo. Una de las principales razones para añadirle leche es, sin duda, reducir la astringencia y amargor asociado a esta bebida. No obstante, un té verde de alta calidad no es amargo, sino todo lo contrario. Es increíblemente dulce, tiene una textura aterciopelada y revela una compleja combinación de matices. Vegetal, umami, nuez son algunas de las características que apuntan a la calidad del producto obtenido de la planta Camellia sinensis, la única planta cuyas hojas al final de su elaboración obtienen el derecho de llamarse “té”.

Sobre las razones de la astringencia del té verde así como las posibles maneras de evitarla, hablaremos más en detalle en uno de nuestros futuros artículos, mientras que aquí nos centraremos primordialmente en los cambios en las propiedades del té verde o beneficios adicionales que puedan producirse al añadirle leche.

Antes de todo, el té verde ha llegado a ser una de las bebidas más populares, y su inmensa popularidad se debe principalmente a los múltiplos beneficios que ofrece esta poderosa bebida para nuestra salud. Un té verde puro de alta calidad es una fantástica fuente de hidratación con un aporte significativo de vitaminas y minerales, siendo todo esto totalmente natural, sin aditivos de ninguna clase. Por su alto contenido en catequinas con poder antioxidante, el té verde resulta muy efectivo para prevenir varias enfermedades y normalizar el metabolismo, es decir la capacidad de convertir grasas en energía, lo que nos ayudará a lucir un cuerpo más sano y mejorar nuestra calidad de vida.

 

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Y si le añadimos leche a nuestro té verde, ¿cómo afectará esto a los principales beneficios que nos ofrece? ¿Se verán reducidos de alguna manera los efectos saludables de las catequinas? Estas son las preguntas que preocupan a una gran parte de la población. A continuación encontraréis un resumen de los numerosos estudios que se han realizado al respecto para determinar si las proteínas u otras sustancias procedentes de la leche pueden disminuir las propiedades beneficiosas de té verde.

Catequinas del té verde y leche

Aunque aún hacen falta más estudios sobre la interacción de los componentes de la leche y el té verde, se ha llegado a la conclusión que la caseína, la proteína más abundante de la leche, “se enrolla” alrededor de la catequina del té inhibiendo su efecto termogénico de oxidación de las grasas. No obstante, la proteína misma también posee un efecto termogénico, por lo que hasta un cierto punto es capaz de compensar esta pérdida de efecto por parte del té verde y mantener el metabolismo acelerado para quemar las calorías y transformarlas en energía.

Otros estudios llevados a cabo, aún no han podido demostrar que la proteína de leche tenga un efecto absorbente sobre la acción de los polifenoles, con la consiguiente disminución de su efecto antioxidante. De momento, faltan más datos para definir con exactitud la forma de interacción entre los componentes de la leche y el té verde y llegar a la conclusión definitiva.

Oxalato y leche

Otro objeto de preocupación es el oxalato, una sustancia natural que se encuentra en muchos alimentos, incluido el té, y puede contribuir a la formación de piedras en los riñones. Los oxalatos son sales que nuestro organismo elimina a través de los riñones al considerarse un producto de desecho. Cuando no bebemos suficientes líquidos, los oxalatos pueden formar piedras en los riñones al cristalizarse o entrando en contacto con el calcio. Aunque esto puede llevar a pensar que el consumo de calcio no es recomendable durante la ingesta de alimentos ricos en oxalato, la realidad es todo lo contrario.

Al tomar té verde con leche, el oxalato se combina con el calcio en el intestino, y por lo tanto, se elimina de nuestro organismo sin que se acumule en los riñones. Aun así, los niveles de oxalato en el té verde son bastante bajos comparados con otros tés. Por otra parte, el té es un líquido, y se ha demostrado en dos estudios que tomar dos o tres tazas de té a diario ha tenido un efecto positivo en la eliminación de oxalato de los riñones

Sabor del té

El té verde, al ser un té que no se somete a oxidación y mantiene el color verde de las hojas, también conserva muchos de los beneficios atribuidos por la naturaleza. No obstante, las notas vegetales tan características del té verde puede que no sean del gusto de todos. Además, puede llegar a ser bastante astringente si se prepara con agua demasiado caliente o está elaborado a partir de hojas más maduras. Esto se podría arreglar con un poco de leche, y además resultaría menos irritante para el estómago. El sabor moderadamente astringente, por otro lado, indica que más polifenoles han sido liberados en el té, aumentando el efecto saludable de esta bebida.

Si te gusta experimentar con diferentes sabores, puedes probar añadir leche a este té verde perfumado con aroma de flores de jazmín. Puede que sea tu té verde favorito! El té de jazmín es uno de los tés perfumados más populares y si te interesa saber más sobre su historia, aquí puedes encontrar un artículo muy completo.

Para que estés aún más convencido que el té verde con leche puede ser una combinación ganadora, te sorprenderá saber que en la naturaleza existe un té oolong con sabor natural a leche! Se llama Jin Xuan Milk Oolong y se cultiva en la isla de Taiwán. Al ser uno de los tés más famosos, pero no accesibles para todos por su elevado precio, en China se suele añadir el aroma de lactosa a un té azul oolong de poca oxidación llamado «Milky Oolong»  (cuyas propiedades beneficiosas son similares a las de té verde) que se ha convertido en uno de los tés aromatizados más buscados.

Sea como sea, tú decides cuál será la mejor manera de tomar tu té. En nuestra tienda online puedes encontrar té verde natural o aromatizado con aceites esenciales para tomar solo, descubriendo nuevas experiencias gustativas o experimentar añadiéndole otros ingredientes. Mientras tanto, el debate de cómo se debería tomar el té verde y de si es mejor añadirle leche o no, sigue abierto.