Los batidores de bamb\u00fa que usaban los chinos en ese momento eran cepillos planos, pero evolucionaron en Jap\u00f3n hasta convertirse en los elegantes batidores redondos que vemos hoy en d\u00eda. Al principio, los japoneses revolv\u00edan el t\u00e9 y el agua con una cuchara de madera, pero luego descubrieron que el batidor chasen produc\u00eda un l\u00edquido m\u00e1s dulce y suave, por lo que pronto se convirti\u00f3 en una parte esencial de la ceremonia japonesa del t\u00e9 verde. Debido a que los japoneses beben matcha de dos consistencias diferentes (Koicha espeso y Usucha claro), hay batidores con diferentes n\u00fameros de espinas (tambi\u00e9n llamados p\u00faas, hilos, puntas o dientes). Para Koicha, se recomienda un batidor con 16 a 48 espinas; un Hiraho chasen tiene 16 cuerdas; y un batidor Araho tiene 36; y un Chuaraho tiene 48. Para Usucha, se recomiendan entre 6 y 120 espinas que consiguen mezcla de t\u00e9 m\u00e1s uniforme. Un chasen Kazuho tiene 68 -74 espinas; un Hachijuppondate tiene de 75 a 80 espinas; un Hyappondate tiene de 81 a 95 espinas; y un Hayakunijuppondate tiene 96 -120. Cuantas m\u00e1s espinas tenga el chasen, m\u00e1s f\u00e1cil ser\u00e1 crear muchas burbujas espumosas. El n\u00famero de espinas y la forma tambi\u00e9n var\u00edan seg\u00fan la escuela de t\u00e9, el tipo de ceremonia del t\u00e9 y el tipo de matcha a preparar.<\/p>\n

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C\u00f3mo se hacen los Chasen<\/h2>\n

Para hacer chasen, el artesano primero pela un trozo de bamb\u00fa cuidadosamente seleccionado y lo corta en trozos iguales. Luego, en cada pieza individual se hacen cortes espaciados regularmente y estos se extienden aproximadamente dos tercios de la longitud de la pieza de bamb\u00fa, dejando la secci\u00f3n sin cortar para formar el mango. Despu\u00e9s, las puntas se sumergen en agua caliente, lo que facilita doblar, moldear, alisar y perfeccionar las p\u00faas. A esto le sigue otro doblado y moldeado, rasurado y alisado hasta que adquiere la forma y la regularidad deseadas. Una vez seco, el bamb\u00fa se ha convertido en algo extremadamente delicado, muy fino y sedoso al tacto. La habilidad del fabricante de chasen se transmite de generaci\u00f3n en generaci\u00f3n de las pocas familias que todav\u00eda los hacen y el trabajo es tan lento y minucioso que un artesano solo puede hacer unos pocos chasen cada d\u00eda. La fabricaci\u00f3n de chasen es reconocida hoy como una de las Artes Tradicionales de Jap\u00f3n.<\/p>\n

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