El boldo, o Peumus boldus para la comunidad científica, es una planta originaria de las zonas centrales de Chile. Desde la época precolombina esta hierba ha crecido en la región y ha sido cultivada y usada por los lugareños con frecuencia. Ahora su cultivo se ha extendido a otras regiones del mundo, en las que las temperaturas y las condiciones ambientales permiten que estas plantas con tantas peculiaridades de crecimiento arraiguen sin demasiados problemas.

Podemos decir, sin miedo de equivocarnos, que el boldo es una planta muy polifacética y de las que se aprovechan casi todas sus partes. La comunidad sudamericana la considera una especie muy preciada y la tiene muy presente tanto por sus usos medicinales como gastronómicos. Ambos han ido de la mano a lo largo de la historia, dando lugar a una lista casi interminable de preparaciones hechas a base de boldo. Además, aunque se trata de una plana de crecimiento lento, sus hojas son perennes, por lo que los chilenos, argentinos y brasileños tienen claro que merece la pena esperar el tiempo necesario para disfrutar de un condimento tan preciado cuando lo deseen.

Pero no sólo el sabor del boldo ha cautivado a estas culturas, sino también sus capacidades sanadoras. Quizá por este motivo una de las formas más frecuentes de consumir boldo sea la infusión, la tisana o el jarabe. Y, para mayor fama del boldo, no sólo en Sudamérica se disfruta de estos caldos, sino que se ha extendido al mundo entero. De hecho, incluso en la India, templo de las especias e infusiones, el boldo se ha hecho un hueco como sustitutivo del Laurel cuando hay carestía de éste.

Y ahora que sabemos todo esto, nuestro propósito es adentrarnos en las bondades del boldo y aprender a hacer una infusión de boldo rica y sana.

 

Compuestos beneficiosos del boldo:

Antes de nada, es importante aprender un poco sobre los principales compuestos del boldo, ya que son ellos los responsables de los beneficios derivados de la planta.

Cineol, eucaliptol y ascáridos son los aceites esenciales más importantes que encontramos en el boldo. No sólo aportan a esta planta el olor y sabor cítrico que la caracteriza, sino que le aporta sus propiedades sedantes, expectorantes, antiespasmódicas y otras muchas de las que hablaremos en el siguiente parágrafo.

Además de los aceites esenciales, el boldo contiene 3 compuestos básicos que le aportan muchas de las propiedades positivas de las que tanto hablan los botánicos y nutricionistas. Los flavonoides, los taninos y los alcaloides son los tres compuestos más importantes de la planta, responsables directos de los efectos reductores de riesgo de enfermedades cardíacas, antioxidante y preventivo/paliativo de afecciones hepáticas.

boldo con flores

Beneficios para la salud

Aunque ya hemos mencionado alguno de las propiedades positivas que aportan los componentes del boldo, son muchos más los beneficios que podemos aprovechar de esta planta, así que haremos un repaso de los más interesantes.

La boldina, que es uno de los alcaloides propio del boldo, se presenta como estimulante muy interesante para el funcionamiento correcto y normal de la vesícula, por lo que ingerir moderadamente boldo tanto en infusiones como en platos culinarios ayuda a disminuir los síntomas de estas enfermedades. Además, tiene la capacidad de modificar la composición química de la bilis, por lo que parece un remedio eficaz para prevenir problemas como la aparición de cálculos vesiculares.

En cuanto al aparato digestivo, el cineol (uno de los aceites esenciales presentes en el boldo) es uno de los protagonistas del peculiar olor de la planta, que ayuda a tonificar el sistema digestivo en general y sirve como protector estomacal natural. Igualmente, las infusiones o tisanas de boldo se recomiendan frecuentemente a modo de paliativos de enfermedades como la gastritis, además de ser un complemento ideal para ayudar a la digestión. Nuestro estómago nos dará las gracias por consumir de vez en cuando una taza de infusión de boldo.

Por otro lado, muchas de las molestias que sentimos después de las comidas emanan de los gases y las flatulencias que se producen en nuestro interior, bien por exceso de producción o bien por problemas de expulsión. El ascardiol, que es otro de los aceites esenciales del boldo, tiene un poderoso efecto antiflatulante, por lo que una taza de esta infusión tras las comidas puede ser efectiva para aliviar el malestar derivado de este problema. Del mismo modo, este compuesto cuenta con propiedades sedantes y analgésicas, por lo que también el boldo se recomienda para quienes sufren problemas como el insomnio o la ansiedad. Una taza antes de dormir suele ser suficiente.

Y para quienes padecen afecciones como el estreñimiento o la retención de líquido, esta planta favorece la excreción de heces y la orina gracias a su efecto colerético y diurético. Esto unido a las propiedades gastrointestinales ayuda a combatir problemas como la irritación de vejiga o el vientre hinchado.

En caso de padecer problemas respiratorios crónico o ambulantes, el eucaliptol, que es otro de los aceites esenciales presentes en el boldo, es un componente muy eficiente como expectorante y antitusivo. A esto se añade su capacidad antiséptica, por lo que no sólo asistirá la cura del resfriado, la congestión o la acumulación de mocos en vías bajas, sino que ayudará a eliminar las infecciones respiratorias.

Y ya que nos hemos convencido de consumir boldo, notaremos una mejoría interesante en nuestros niveles de colesterol, ya que uno de los beneficios de la hierba es su propiedad depurativa en el hígado y el colesterol de la bilis.

 

Contraindicaciones

A pesar de los muchísimos beneficios del boldo, debemos tener cuidado con su consumo, ya que como todas las plantas medicinales, no está exento de contraindicaciones que se deben conocer.

Para quienes padecen de obstrucción de las vías biliares, enfermedades hepáticas graves o afecciones renales derivadas de la irritación del riñón, el uso del boldo debe ser autorizado por el médico de cabecera para evitar los efectos adversos.

Muy importante es su no ingesta durante el embarazo por la presencia de alcaloides, de los que también se debe cuidar a lactantes y niños.

En caso de que tomemos anticoagulantes como a Heparina, el boldo debe ser evitado, ya que es un anticoagulante natural y este exceso favorece el riesgo de hemorragias.

Por último, nunca se debe prolongar el consumo durante más de 4 semanas seguidas. Completado este periodo, es necesario descansar entre 10 y 15 días antes de volver a ingerirlo. Además, durante el tratamiento nunca debemos sobrepasar más de 10 gr de hojas diarios.

infusion de boldo

Cómo hacer la infusión de boldo

Ahora que ya estamos al tanto de todo lo necesario para conocer el boldo, es el momento de aprender a preparar una buena infusión. Y es que, aunque la mayoría de decocciones tienen el mismo proceso, el boldo es una hierba muy peculiar, por lo que nuestras indicaciones ayudarán a sacarle el máximo rendimiento.

Antes de empezar con la preparación necesitaremos los siguientes ingredientes:

  • 250 ml de agua
  • 2,5 gr de hojas secas de boldo
  • Canela en polvo
  • Limón
  • Edulcorante: azúcar, panela, miel, sacarina, etc.

Con las cantidades indicadas deberíamos tener para, aproximadamente, dos tazas.

 

Modo de preparación

En un cazo de tamaño medio calentaremos toda el agua que necesitamos. Debemos de estar muy pendientes del proceso de calentamiento, ya que no es necesario que hierva. 90 º o 95 º es la temperatura ideal para cualquier infusión, así que si tenemos un termómetro de cocina a mano, mejor. Si acaso superamos la temperatura y el agua hierve, la retiramos inmediatamente y dejamos que enfríe un poco.

Una vez que el agua está a la temperatura requerida, es el momento de agregar las hojas de boldo y dejar que ambos elementos se infusionen durante al menos 5 minutos. Si queremos, podemos remover lentamente con una cuchara para favorecer que el boldo libere todo su aroma, su sabor y sus propiedades.

Una vez pasados los 5 minutos, añadiremos una pizca de canela, dos o tres gotas de limón y una pizca del edulcorante que hayamos decidido. Es crucial no agregar más edulcorante de lo debido para que no se aglutine y pierda su efecto digestivo. Además, el boldo cuenta ya de por sí con un sabor y un aroma agradables.

En caso de que en lugar de una infusión prefiramos una tisana, los ingredientes son los mismos y la preparación sólo variará en un paso. Para la tisana sí dejaremos que el agua hierva, momento en el que agregaremos las hojas de boldo y dejaremos en ebullición durante 5 minutos. Después de eso sólo tendremos que colar el caldo para verterlo en una botella o en las tazas y añadir el resto de condimentos en las medidas y las formas que hemos indicado para la infusión.

Y si aún con la tisana no es suficiente y deseamos un jarabe de boldo, entonces pondremos 1 L de agua y 60 gr de hojas de la hierba en un recipiente y haremos que ambos hiervan durante 5-6 minutos. Después, añadiremos 400 gramos de un edulcorante de calidad como la panela o la miel. El resultado es sano y rico a parte iguales. No obstante, se trata de una mezcla con una dosis alta de boldo, por lo que debemos consumirla con mucha moderación. Una taza al día será más que suficiente.