La difusión de las infusiones en los últimos tiempos es un hecho que casi no ha conocido precedentes en las historia de la humanidad. Si bien es cierto que se trata de un modo muy antiguo de ingerir plantas aromáticas y medicinales, la llegada el café desde América cambió por completo esta tendencia en favor del nuevo producto. Las clases altas adoptaron su consumo habitual y poco a poco fue calando en los estratos inferiores de la sociedad hasta convertirse en una bebida cotidiana, como ocurre en nuestros días.

Sin embargo, la última década ha sido testigo directa del resurgir de las infusiones. Las corrientes actuales que abogan por una comida real, sana, sostenible y respetuosa con el cuerpo incluyen en su mayoría la presencia de las infusiones, que tiene propiedades depurativas muy importantes en el concepto de limpieza corporal de estas tendencias. Como consecuencia, la mayoría de los seguidores de estas dietas han adoptado el hábito del consumo de infusiones.

Aunque son muchas las plantas medicinales y aromáticas que se toman en infusión, hay una en concreto que cada día suma más adeptos y defensores gracias a los muchísimos beneficios que tiene sobre el organismo. La infusión de salvia es nuestra gran protagonista de hoy.

¿Qué es la salvia?

La salvia es una planta de la familia de las lamiáceas que cuenta con casi mil especies distintas. En origen es propia del sur de Europa, aunque su uso frecuente desde la antigüedad es el principal responsable de que haya viajado por todo el mundo. Por suerte para ella, es un tipo de planta que se adapta tanto a los ambientes húmedos como secos, por lo que ha conseguido reproducirse en puntos muy diferentes del mundo que han cristalizado en las muchísimas especies que existen de salvia. Otras plantas como el orégano o la albahaca, también propias de la cuenca del Mediterráneo, son familia directa y, de hecho, han corrido una suerte muy parecida.

salvia farinacea

Su uso entre la población se remonta a los pueblos europeos anteriores incluso a la era romana, aunque sin duda fue la expansión imperial la que propició la expansión de la planta. Las propiedades gastronómicas, ornamentales, estéticas y curativas de este vegetal no pasaron desapercibidas para los habitantes del sur de Europa, que la incluyeron desde temprano como parte fundamental de su herbolario. Desde entonces, la salvia ha estado presente en nuestra sociedad y cuenta con numerosos defensores que fomentan su consumo.

La infusión de salvia

Aunque son muchas las formas existentes de consumir la salvia y disfrutar de sus propiedades –hablaremos de ellas más adelante-, en nuestros días triunfa una sobre todas las demás: la infusión. En efecto, la infusión de salvia o el té de salvia son algunas de las más consumidas por los fieles a los caldos de especias naturales. Su sabor peculiar, su presencia en casi todos los rincones del mundo, su flexibilidad a la hora de tratarla y sus muchísimos beneficios para la salud son los argumentos más llamativos para que el consumo de salvia a través de la infusión sea tan popular.

Como con todo, no traerá consecuencias positivas su consumo excesivo, ya que se trata de una planta natural con compuestos que pueden alterar el organismo si la ingesta es masiva. No obstante, no hay ningún problema en prepararnos hasta tres tazas de infusión de salvia diarias si echamos las medidas adecuadas. Especialmente después de cada comida (aproximadamente 15 minutos después) esta planta tiene propiedades muy favorables para nuestro cuerpo.

Para disfrutar al máximo de una buena infusión de salvia es preciso prepararla como es debido, respetando el producto, sus características culinarias y midiendo con mucho cuidado la cantidad que añadiremos. Si nos pasamos, sus efectos secundarios no serán nada agradables.

hojas de salvia

Cómo preparar una buena infusión de salvia

Para elaborar nuestra infusión de salvia necesitaremos los siguientes ingredientes: 250 cl de agua (una taza), 15 gr de hojas de salvia, una cucharada de postre de canela y medio limón. Estas medidas son para preparar una taza, por lo que si tenemos invitados o queremos dejar lista la cantidad que consumiremos (no se recomiendan más de tres tazas diarias), no tendremos más que multiplicar. No hay problema en hacer una buena carga por la mañana y calentarla cuando vayamos a consumirla.

Una vez reunidos todos los ingredientes, es el momento de calentar el agua en una olla o algún cazo. Cuando el agua empiece a hervir, es el momento de echar la salvia y dejarla tranquila, sin moverla. Es importante que las hojas quepan bien para que puedan moverse a placer durante la ebullición (se aplica a todas las infusiones). Una vez pasados 3 minutos aproximadamente, añadimos la canela y unas gotas de limón que le darán a la infusión un sabor increíblemente suave y delicado. Dos minutos más tarde nuestra mezcla estará lista para apagarla y dejarla reposar durante unos 10 minutos. ¡Ya está lista nuestra infusión de salvia!

infusion de salvia

La salvia que usemos para nuestra infusión puede ser tanto fresca como seca. En el caso de la seca, el sabor será más agradable y suave. Del otro lado, la seca dará más intensidad al caldo (no todo el mundo la soporta) a cambio de potenciar sus beneficios sobre la salud. Sea como sea, queda a nuestra a elección.

Si finalmente nos decidimos por la fresca, tenemos la opción de cultivarla en casa. Se trata de una planta realmente fuerte, con un cultivo bastante sencillo que puede prosperar tanto en interiores como en exteriores. Con una pequeña maceta puede ser suficiente para mantener la salvia de nuestras infusiones siempre fresca. ¡Ojo! Asegúrate de lavarla bien con agua fría antes de usarla en la cocina.

¿Qué beneficios tiene la salvia para el organismo?

La salvia es una de las plantas que más beneficios sobre a salud tienen, por eso su infusión es tan recomendada y consumida. Especialmente para las mujeres cuenta con muchísimas ventajas, ya que puede mitigar todas esas molestias propias de la menopausia como los sofocos, las fatigas y los desequilibrios hormonales entre otros síntomas.

Otro de los aspectos más reconocidos de la salvia es su capacidad para aminorar los problemas gástricos como las diarreas, la hinchazón o el ardor estomacal. Además, su propiedad reparadora lo convierte en un potente antídoto para sanar las úlceras internas como las hernias de hiato.

Si nuestro consumo de la salvia es frecuente, sea en el formato que sea, notaremos también cómo algunos problemas como el insomnio o las pérdidas de memoria desaparecen, además de estar más protegidos frente a resfriados e infecciones de las vías orales. Incluso si llegamos a congestionarnos, inhalar vapor de salvia es una mucolítico muy eficiente.

En general todo nuestro organismo notará una mejora gracias al consumo de la salvia, que atesora múltiples propiedades para el sistema inmunológico y la estructura ósea.

aceite esencial de salvia

Otras formas de disfrutar de la salvia

Como hemos podido ver, la salvia es una planta aromática y medicinal que comporta grandes muchos y potentes beneficios para nuestra salud, pero no a todo el mundo le agrada su infusión. Por suerte, esta planta es muy versátil y cuenta con muchas posibilidades gastronómicas que suponen una alternativa para poder tomarla y disfrutar de sus ventajas. De hecho, la industria médica se ha encargado de crear comprimidos totalmente naturales hechos a base de salvia para quienes quieran tomar este vegetal sin necesidad de preparar nada.

Para los amantes de la cocina, la salvia se trata de un valioso condimento usado en la dieta mediterránea desde tiempos ancestrales. Su sabor fresco suaviza y aromatiza las carnes y salsas a las que agregamos esta especia. Un poco de sal, pimienta y salvia serán suficientes para obtener un gusto increíble.

Y si acaso no es agradable a nuestro paladar el sabor de la salvia, entonces podemos consumir su aceite. Sus usos dérmicos y tópicos son muy conocidos y tiene un efecto reparador y suavizante muy interesante y usado en el sector de la esteticien. Es importante tener en cuenta que este aceite contiene toxinas, por lo que no es comestible.

salvia y otras plantas aromaticas

Efectos secundarios de la salvia

Aunque la salvia se considera una planta casi milagrosa, consumirla está contraindicado en algunos casos y es muy importante conocer cuáles son para no sentir los efectos adversos de esta planta.

Mientras dura el periodo de embarazo y la lactancia sería conveniente no tomarla, ya que puede provocar contracciones uterinas y su toxina puede pasar a los lactantes, lo que puede provocar una intoxicación en su organismo.

Para quienes se sienten adictos a la salvia, deben saber que excederse en su ingesta puede provocar alteraciones en el sistema nervioso como convulsiones y alucinaciones, del mismo modo que una droga. Además, el hígado podría verse seriamente afectado. Por esta razón hemos insistido en las cantidades al preparar nuestra infusión de salvia.

En el caso de las mujeres que la tomen como remedio a las molestias de la menopausia, deben consultar con su médico, ya que pueden padecer desequilibrios hormonales que la salvia potenciará por su efecto similar al estrógeno.