Tomar una deliciosa infusión es una oportunidad para relajarnos y disfrutar de su agradable sabor y aroma. Cuando sus ingredientes, además, poseen propiedades medicinales, se convierte en un elixir de salud que nos otorga múltiples beneficios.

En este caso, la infusión de jengibre es una fantástica elección. Además de ser uno de los condimentos más populares del mundo, el jengibre nos ayuda a protegernos contra una larga lista de enfermedades gracias a sus cualidades curativas.

Qué es el jengibre

Se considera que la planta de jengibre, cuyo nombre científico es Zingiber officinale, es originaria del subcontinente indio. Pertenece a la misma familia que la cúrcuma, el cardamomo y el galangal (zingiberáceas) y es ampliamente conocida por contener los principios activos muy beneficiosos para la salud.

Desde hace ya miles de años, la planta ha sido utilizado como condimento en la cocina oriental para añadir un toque refrescante y ligeramente picante a los platos, tanto dulces como salados.

En la raíz del jengibre o, mejor dicho, en sus rizomas, se concentran los aceites esenciales muy valiosos, las vitaminas y lo lípidos que nos brindan innumerables beneficios.

Tanto por su único y apreciado sabor como por el hecho de que la medicina ayurveda lo contempla como un ingrediente digestivo y estimulante, se ha convertido en una de las especias más utilizadas en todo el mundo.

 

rizomas de jengibre fresco

Principales usos del jengibre: ¿Para qué sirve el jengibre?

En el mercado puedes fácilmente encontrar jengibre fresco, molido, seco, confitado, encurtido (típico acompañamiento del sushi). También es disponible en forma de aceite esencial.

Uso culinario de jengibre

En la culinaria se utiliza la raíz (rizoma) de jengibre que destaca por su sabor dulce y especiado. Indispensable en la gastronomía oriental, su uso en la cocina europea es cada vez más amplio. Se puede añadir a platos calientes y fríos: sopas, guisos, ensaladas… e incluso los postres.

Además de las clásicas galletas, pan y el muñeco de jengibre típicos de los países del Norte de Europa, ya es muy común encontrar caramelos de jengibre, cerveza de jengibre, mermelada de jengibre y café de jengibre también en España.

También se puede disfrutarlo en forma de té o infusión, solo o mezclado con otras plantas. Es un ingrediente típico de la famosa mezcla de té con especias, el masala chai.

El jengibre fresco rallado es la base de muchos platos orientales, pero, también, se puede combinar con el aceite y el ajo para una salsa apetitosa para carne y pescado a la parrilla.

El zumo de jengibre obtenido exprimiendo las raíces es ideal para preparar bebidas frías en verano o para aliñar ensaladas de verduras o pescado.

Las combinaciones son inmensas.  ¡No dudes en experimentar en tus creaciones culinarias!

Uso terapéutico

Dadas sus propiedades curativas, es habitual el uso de jengibre con fines terapéuticos. La infusión de jengibre, además de ser un placer para los sentidos, es una bebida energizante y estimulante con un gran listado de virtudes.

En aromaterapia, el jengibre es un remedio para aliviar el estrés y la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Se considera, además, que el masaje con aceite esencial de jengibre tiene un efecto positivo en la reducción de dolores musculares.

 

jengibre fresco y molido

Las propiedades de la infusión de jengibre

El extracto de oleorresina, cuya composición incluye aceites esenciales muy valiosos, ha sido estudiado con mucho interés por la gran cantidad de características y beneficios medicinales que nos aporta.

La cantidad de gingerol, uno de sus principales constituyentes que le otorga el sabor fresco y picante al jengibre, es más abundante en la raíz fresca de la planta. Este componente activo ha sido un objeto de numerosos estudios por los numerosos beneficios que ofrece.

Shogaol, en cambio, se encuentra en mayores concentraciones en jengibre cocido o desecado, pero sus propiedades saludables son igual de contrastadas como las de gingerol. No por nada, se dice que el jengibre es una “planta milagrosa”.

Las principales propiedades del jengibre son las siguientes:

Actúa como antioxidante

Los aceites esenciales que se encuentran en el jengibre poseen una demostrada capacidad antioxidante, capaz de prevenir la proliferación de células tumorales y cancerígenas. Su acción inhibidora de radicales libres ayuda a reducir el daño oxidativo y prevenir numerosas enfermedades y patologías. También juegan un papel importante en la prevención del envejecimiento prematuro.

Posee acción antiinflamatoria

Los gingeroles presentes en el jengibre actúan como inhibidores de los estados inflamatorios. Las propiedades del jengibre en infusión son un interesante remedio natural contra, por ejemplo, el dolor articular y los estados inflamatorios causados por la gripe y el resfriado.

Estimulante de la digestión

La infusión de jengibre tonifica la musculatura del intestino, aumenta la secreción de saliva y de bilis facilitando la digestión y el tránsito intestinal. Favorece la eliminación de toxinas durante el proceso digestivo. Gracias a su poder detoxificante, el té de raíz de jengibre es recomendado en dietas de adelgazamiento.

Mejora la salud cardiovascular

El consumo regular de jengibre ayuda a reducir el riesgo de las enfermedades coronarias, normalizar la presión arterial y cuidar nuestra salud cardiovascular.

Propiedades antieméticas

El té de jengibre es el tratamiento natural más eficaz contra las náuseas. En muchos casos se recomienda tomar la infusión de jengibre para las náuseas durante el embarazo.

El jengibre y sus propiedades curativas se pueden aprovechar para aliviar las típicas molestias durante el refriado o la gripe. También resulta muy eficaz para reducir los niveles de colesterol para el tratamiento del hígado graso.

Jengibre es considerado un potente antibiótico natural, capaz de inhibir las bacterias de estafilococo dorado, E. coli y preudomonas aeruginosa.

Y, más allá de sus propiedades medicinales, puedes tomar el té de esta raíz sola o mezclada con otras plantas o especias, para fortalecer las defensas y depurar el organismo de forma natural.

 

jengibre seco y fresco

Contraindicaciones

Al tratarse de la planta con principios activos terapéuticos se debería evitar el exceso de su consumo. Especialmente si padeces enfermedades metabólicas, del corazón o estás bajo de peso.

Hay que tener especial cuidado en el consumo de jengibre si tienes reflujo, úlcera gástrica o estás tomando medicamentos anticoagulantes. También se recomienda tomarlo con precaución durante el embarazo.

No se debería tomar la infusión de jengibre después de ser operado recientemente o en el caso de tener cálculos biliares.

Cuándo tomar la infusión de jengibre

La infusión de jengibre después de comer es una excelente forma de terminar tu comida, sobre todo cuando comes mucho o pesado. Las propiedades del jengibre en sinergia con otras plantas para infusión, tales como el diente de león, el regaliz o los pétalos de rosa ayudan a eliminar las toxinas gracias a su poder tonificante y détox.

Si tienes una infección respiratoria, puedes tomar infusión con jengibre 1 o 2 veces al día para aliviar dolores articulares, inflamación y malestar. Gracias a sus aceites esenciales y una buena dosis de vitaminas, sobre todo, vitamina C, te ayudará a recuperar las fuerzas y atenuar los síntomas.

En caso de náuseas puedes hacer una infusión de jengibre con limón para aliviar esa molesta sensación y mejorar la digestión.

El té de jengibre con canela y otras especias es un clásico para los meses más fríos del año. Elige una mezcla de plantas con propiedades rubefacientes, tonificantes y reparadoras. Disfruta de una infusión deliciosa, saludable y ¡dile adiós a los resfriados!

 

preparacion del te de jengibre, limon y canela

Cómo se hace la infusión de jengibre

La infusión de jengibre se puede preparar de distintas formas. Todo depende de los ingredientes que tengas en casa.

Para preparar una infusión de jengibre fresco:

Pela y corta en rodajas el jengibre (2-3 rodajas de 2 mm por taza), colócalo en una taza, añade agua hirviendo y tapa durante 10 minutos.

Hacer una infusión de jengibre seco:

Vierte el agua filtrada en una olla y añade una cucharadita de jengibre seco en trocitos (2 g de jengibre por taza aproximadamente). Cuando el agua empieza a hervir, apaga el fuego, tapa y deja en infusión durante 10 minutos. Filtra y sirve.

Si utilizas mezclas de hierbas con jengibre, sigue las dosis e indicaciones recomendadas para un resultado perfecto.