Oriental Beauty es uno de los tés oolong más asombrosos y peculiares de Taiwán con un perfil sensorial único y extraordinario. ¿Qué es lo que se esconde detrás del nombre “Oriental Beauty”? ¿Por qué es tan popular entre los amantes del té de todo el mundo? Hoy vamos a revelaros algunos secretos sobre este enigmático y fascinante té oolong taiwanés.

¿A qué le debe la fama el té oolong Oriental Beauty?

Conocido por su afrutada fragancia y su sabor agridulce con un toque a uva moscatel, este magnífico té se elabora de una manera algo diferente que el resto de los tés oolong. En primer lugar, sus hojas se marchitan durante un tiempo más prologado debido al alto nivel de humedad ambiental en sus zonas de cultivo. Otra peculiaridad del proceso consiste en humedecer las hojas de té antes de enrollarlas. De este modo, el nivel de oxidación de Oriental Beauty es más elevado, añadiéndole una dimensión aromática muy singular.

Compuestos aromáticos como mecanismo de defensa de las hojas del té Oriental Beauty

Aparte del proceso peculiar de elaboración, lo que realmente hace a Oriental Beauty tan popular es el hecho de que las hojas jóvenes de este fascinante té oolong son invadidas por los diminutos insectos mientras están creciendo. Al sentirse “atacada”, la planta activa los mecanismos de defensa generando una respuesta en forma de compuestos aromáticos que serán potenciados durante la elaboración del té. El daño producido por los insectos promueve también una ligera oxidación en las hojas mientras todavía están creciendo en la planta. El mismo efecto se consigue durante una de las etapas de la producción de los tés oolong, cuando las hojas de té se agitan o se remueven para inducir una leve oxidación alrededor de sus bordes y al mismo tiempo preservarlas enteras.

Para la producción de los tés oolong se suelen utilizar las hojas de té maduras. En cambio, para la elaboración del té oolong Oriental Beauty se utilizan el brote y las dos primeras hojas jóvenes de la planta, ya que son las más atractivas para los insectos. La invasión suele ocurrir durante los meses de verano y hace disparar el precio del té cosechado en este periodo. Cabe mencionar, que los mecanismos de defensa de las plantas son más complejos de lo que puede parecer. Cuando una planta se siente amenazada, puede adoptar una respuesta de defensa específica según la naturaleza del ataque. Esto quiere decir, que no todos los insectos provocarán los mismos cambios moleculares como una respuesta al daño mecánico de la planta. En el caso de Oriental Beauty el insecto responsable de la producción de los compuestos volátiles aromáticos en las hojas del té se llama Empoasca onukii (familia Cicadellidae), comúnmente conocidos como saltahojas. Para elaborar Oriental Beauty de la máxima calidad el productor solamente escogerá las hojas atacadas por el insecto, lo que incrementará la fragancia y el sabor del té. Este trabajo requiere mucho conocimiento, ya que la cantidad de daño de la hoja también influirá en el sabor del té. Aun así, la infestación no ocurre en todas las plantaciones de té y los productores afortunados suelen mantener sus jardines de la forma más natural posible para atraer a las diminutas criaturas.

El rol de los terpenos en el desarrollo del sabor del té oolong Oriental Beauty

Los terpenos, componentes volátiles responsables de la fragancia de los tés oolong y tés negros, desempeñan un papel esencial en la formación de la compleja gama aromática de Oriental Beauty. Entre ellos los más importantes son el linalool y sus derivados, geraniol, alcohol bencílico y phenethyl alcohol. Los terpenos linalool y geraniol contribuyen al desarrollo del aroma de moscatel propio también de los mejores tés Darjeeling. Las mordeduras de los insectos provocan una ligera oxidación de las hojas de té mientras están todavía creciendo en la planta induciendo la formación de otros componentes terpénicos como diol (aporta al té un sabor a miel y a cítricos) y hotrienol (presente también en los vinos junto con linalool y geraniol y cuyo efecto incrementará el aroma a moscatel). Los terpenos suelen interactuar de tal manera que uno puede intensificar el aroma del otro, por lo que el Oriental Beauty invadido por los insectos revelará un sabor aún más intenso y más complejo. No obstante, éste es un té complicado de encontrar y su precio siempre es muy elevado. El mayor dilema es que solamente por la apariencia de la hoja de té seca no se puede determinar si fue o no infestada por los insectos. Lo que es importante saber es que Oriental Beauty es un té muy especial de por sí, pues su proceso de elaboración le otorga un sabor distintivo que muchos vendedores atribuyen a los insectos para despertar un mayor interés hacia este maravilloso té.

Oriental Beauty, un té oolong con muchos nombres e historias

El nombre chino de este té oolong es Dong Fan Mei Ren (東方美人) y se traduce como “belleza oriental” (Oriental Beauty). También se le suele llamar Formosa Oolong, Eastern Beauty Oolong, Champagne Oolong, Bai Hao Oolong (White Tips Oolong), Bragger´s Oolong, etc. Bai Hao (White Tip) Oolong se traduce como “té oolong de puntas blancas” y se debe a la elevada cantidad de brotes de color blanco que se utilizan para la preparación de este té.

Varias historias se cuentan acerca del origen de Oriental Beauty. Una de ellas relata que en el pasado las hojas de té dañadas por los insectos se consideraban defectuosas y no servían para la producción. Un día, uno de los productores decidió procesar las hojas dañadas para aprovechar el esfuerzo empeñado en cosecharlas. El sabor del té que se obtuvo a partir de estas hojas resultó tan espectacular que el producto pudo venderlo a un precio muy caro. Como nadie lo creía, este té recibió el nombre de “té del fanfarrón” (Pengfeng tea). Lo que sí es cierto es que durante el tiempo en el que la isla de Taiwán estaba bajo la jurisdicción japonesa, el gobierno de Japón fomentó activamente la industria del té, poniendo énfasis en la calidad de la producción y en las estrategias de expansión del mercado de té. China, en su lugar, potenció la divulgación de la cultura del té cuando la isla pasó bajo su control después de la Segunda Guerra Mundial. La fusión de las diferentes culturas fue una experiencia muy enriquecedora para los productores de té en Taiwán y contribuyó al éxito y la fama de los espectaculares tés taiwaneses tal como los conocemos hoy en día.